La primera referencia documentada del linaje Muria es Rafel Muria Queralt. Su hijo, Rafel Muria Llambrich, nacido en 1850, fue el fundador y presidente del primer Ligajo de colmenas, lo que actualmente conocemos como asociación. En este documento constan 225 asociados y 1820 colmenas manifestadas.

Fue de los primeros apicultores del Perelló que cambió la antigua colmena de paja y corcho por otra de madera, de forma cuadrada y que más adelante se denominarían Layens. Con estas colmenas se empezaría a practicar la trashumancia.

La historia  continúa

La historia continúa con Rafel Muria Galve, nacido en 1901. Ya de joven se dedicó a la apicultura, y, con las más de 235 colmenas de la familia Muria practicó la trashumancia buscando las mejores floraciones por las fincas y pueblos vecinos al Perelló.

La cuarta generación de la familia la representa Rafel Muria Benet, nacido en 1929. A sus dieciséis años, su padre le responsabilizó de todo el trabajo familiar relacionado con la apicultura. Una de sus aportaciones fue la sustitución de la colmena de 20 cuadros móviles por otra de 18, 16 y finalmente 12 cuadros móviles, que es el actual. Es de los primeros apicultores de Perelló que introdujo este tipo de colmena. Continuó practicando la trashumancia por todo el territorio catalán, Teruel y el País Valenciano. Su medio de transporte pasó del carro y el caballo, la motocicleta, el tren con la bicicleta “a cuestas”, hasta llegar, finalmente, al camión.

Actualmente la familia Muria está representada por Rafel Muria Martí, nacido en 1964. Junto con su cuñado Vicent Brull Llaó, nacido en 1955, mantiene el arte artesano de la apicultura familiar en perfecta armonía con la aplicación de las nuevas tecnologías tanto en maquinaria como en su concepto de gestión empresarial.

Y la empresa ha incorporado los últimos años a la sexta generación de la familia Muria, Vicent Brull Muria.

El año 1999 la familia Muria traslada sus instalaciones al lugar que ocupa actualmente la empresa familiar para poder ampliar el negocio y optimizar el trabajo.

Se trata de un almacén de 800m2, situado a la entrada del Perelló, donde se ubican las oficinas; el almacén con los bidones de miel que llegan de las colmenas; la planta envasadora automática; la zona del producto acabado, con los botes de miel a punto de salir al mercado; así como toda la maquinaria necesaria para mejorar las condiciones de trabajo.

En estas instalaciones, a partir del mismo año 1999. la familia Muria puso en marcha un espacio destinado a museo apícola con herramientas apícolas antiguas, varios documentos históricos relacionados con la historia de la producción apícola, y la popular y conocida “fuente de miel”.
El museo, equipado con una sala audiovisual, ha potenciado de manera significativa todo lo relacionado con el mundo de la miel: visitas guiadas al museo, salidas al campo para conocer la vida de las abejas, y la organización de talleres didácticos para difundir todo lo que rodea el curioso mundo de las abejas y la miel

Se calcula que entre los años 1999 i 2011, más de cien mil personas de todas las edades, de todo el país y de diferentes lugares europeos, han visitado este museo.

Un museo que ha significado un valor añadido a la habitual actividad de la familia Muria

Y, a partir de agosto de 2011, la familia Muria emprende otro reto: la puesta en funcionamiento de Muria Centro de Interpretación Apícola, inaugurado por el presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas, el día 3 de diciembre de 2011. El Centro, galardonado con el Premio Cartanyà en el marco de la 22ª Noche del Turismo organizada por la Diputación de Tarragona, está ubicado en la avenida Cataluña, 23 del Perelló.

La creación del Centro también ha comportado varias mejoras en los equipamientos de extracción y envasado de la miel, con nuevas máquinas de última generación.